Estaba viendo un programa de televisión y el "correcaminos" de turno, paseaba por Marruecos, mostrándonos sus ciudades, pueblos y paisajes; pero se centró en la comida y apareció el tajine: lo venden en todos los pueblos un poco turísticos y todo el mundo acaba con uno en su equipaje
La palabra Tajine es de origen bereber y se refiere tanto al nombre del plato como al recipiente, lo mismo sucede con nuestra: paella.
El tajine tradicional es es una cazuela de barro cocido o de terracota-aunque hoy ya se comercializa esmaltada e incluso para cocinas de vitrocerámica o inducción- que se cubre con una tapa coníca, también de barro, cuya función es la de acumular el calor y distribuirlo de manera uniforme, para que los alimentos se cuezan en su propio jugo, mantengan así todo el aroma y sabor e incluso adquieran un lijero toque glaseado.
El recipiente se sirve caliente en la mesa con el cono de barro guardando todas las esencias del guiso.
El tajine es una de las delicias gastronómicas tipícas de Marruecos.
El guiso tiene muchas versiones. Alguna de las más tipícas son el tajíne de cordero con ciruelas pasas, el de pollo con limón y aceitunas, el de pescado con lima y cilantro y el de pato con dátiles y miel.
¡Qué bien suena todo ello!
El de cordero, con ciruelas y orejones, con dátiles, con pasas y almendras, es el más extendido.
Básicamente, el cordero troceado, se rehoga en la cazuela de barro con un chorrito de aceite y luego se le agrega ajo y cebolla picados, tomate rallado, perejil, sal y especias como jenjibre, azafrán y pimienta negra.
Se añaden 3-4 vasos de agua y se deja cocer tapado, a fuego lento durante una hora.
Cuando el cordero esté tierno, se le añaden las ciruelas y una rama de canela y se deja cocer un poquito más. ¡El resultado es espectacular!
¡Seguro que os gustaría probarlo aunque parezca un poco fuerte, pero el sabor, debe de ser riquísimo!l